Los libros que desde pequeña leí, me estimularon a realizar un gran viaje. Deseaba conocer a personas que viven en lugares lejanos.

Ya hacía tiempo que llevaba planeando mi viaje, cuando se me ocurrió una idea; – ¡Ya lo tengo! Haré un viaje de estudios a un país lejano, iré a México. Debe ser un lugar muy lindo y diferente a todo lo que conozco.

Tardé siete años en conseguir una beca de estudios en México.

A punto estaba de tramitar mi visado y lograr mi gran sueño, cuando, me llamaron de México para decirme que la beca que me habían otorgado se anula porque en ese momento solo se estaba avalando investigaciones relacionadas al Covid19.

Mi vida se derrumbaba, no me quedaban más opciones para realizar el viaje.

Entonces, recordé lo que el Mito enseña: A encontrar solución para lo que parece que no tiene solución ¿Qué hago ante una situación en la cual, lo que se me presenta, me impide avanzar hacia aquello que deseo?

El Mito nos enseña a encontrar nuestro lugar en el universo… entonces, me di cuenta de que mi viaje acababa de iniciar, todo trata de lo mismo: ¡El Viaje!

Meses después estaba yendo a nuevos lugares que jamás había sospechado y además, el universo me ofreció la oportunidad de colaborar en el proyecto Alumnit@s y conocer los Mitos de niñ@s de muchos lugares del mundo que antes no conocía, lo cual me regaló muchos viajes y más hermosos que cualquier viaje de “vacación”. 

Niñ@s que relatan historias sobre ríos, lagos, bosques, ciudades, animales fantásticos, monstruos y fantasmas que nos enseñan a ir más allá de nuestros límites.

Historias que cuentan el viaje que cada uno tiene la oportunidad de realizar.

¿Viajamos?

Rebeca Saludes.

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