“Hace mucho tiempo…”, “Había una vez…”, “Allá a lo lejos había…” cada vez que escuchamos a un familiar y/o a esos seres queridos que al empezar una historia así, con algunas de esas frases, aquello que estaba sucediendo en tu vida ya no puede ser lo mismo. Esas frases son las llaves que conectan la imaginación a los sentimientos que nos permiten revivir historias que jamás vivimos pero que pueden cambiar nuestra vida.

Desde el momento que escuché a Marcela, la Directora del proyecto Alumnit@s, contarnos que desde hacía mucho tiempo ella tenía un Sueño que quería concretar en donde cada chico tenga la posibilidad de contar una historia que su familiar le ha enseñado con un Aprendizaje de Vida, pensé “qué Grandiosa Propuesta”. Es la perfecta oportunidad de integrar la frescura y el entusiasmo de las nuevas generaciones con la sabiduría y experiencia de las generaciones anteriores.

Que un niño de una escuela bilingüe de capital aprenda a resolver un problema, gracias a haber escuchado la historia de un niño de una escuela rural del noroeste del país que transcribió las palabras de aquel relato que su abuelo le contó decenas de veces, nos muestra que Alumnit@s tiene el potencial de lograr lo que muchos intentaron y pocos han conseguido, que las enseñanzas particulares resuelvan problemas universales.

Estamos a unos pocos meses de escuchar y ver en la pantalla de TV aquellas historias que cambiaron vidas, pueblos y hasta comunidades enteras. Gracias a los centenares de niñ@s y adultos que enviaron sus escritos y se subieron a esta aventura transformadora para que la llave “Había una vez…” llegue a cada rincón del país… y por qué no, de todo el Planeta.

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